5. Ingeniería de sistemas y el desarrollo comunitario

Se dice con mucha frecuencia en el mundo de hoy, que nos encontramos frente al tiempo de la revolución informática. Otros hablan de una suerte de sociedad del conocimiento basada en lo que se denomina ingeniería del conocimiento. Un tercer sector se refiere a ésta como la era de las telecomunicaciones. El desarrollo que trae como consecuencia esa variedad de términos sucedáneos es el abordaje de la teoría de sistemas. Y concretamente, el de la profesión cuya formalización ha logrado hacerla operativa: La ingeniería de sistemas.

La ingeniería de sistemas es algo más que cualquiera de las alusiones que hemos citado.No sólo eso. Es algo más que la reunión de todas ellas. Porque está fundada en los sistemas, los conjuntos de unidades que establecen una relación colaborativa que permite su identidad como tales.Sin interrelación, no hay sistema. La función de transferencia de información es lo que permite su existencia. Y he aquí que la humanidad ha observado y estudiado con detenimiento esas estructuras y sus dinámicas posibles a través de la ingeniería de sistemas, que comenzó su desarrollo formal con la aparición de la cibernética y la configuración de lo que se ha llamado como la Ciencia de los Sistemas.

A través de ella, surgió una ingeniería que no trabajaba con productos tangibles, sino antes bien, con sistemas abstractos con la ayuda de las metodologías de apreciación sistémica que ha optimizado el discurso colaborativo de las demás ingenierías, como una suerte de ordenador capaz de hacer más eficaces y eficientes las aplicaciones y productos de las otras ingenierías, integrando otras disciplinas para diseñar y entregar productos tangibles como realización de mayor calidad de esos sistemas.

De tal manera que podríamos asegurar, que la ingeniería de sistemas es la ingeniería de la transdisciplinariedad, la cual ha demostrado sus fortalezas al gestionar el comportamiento impredecible y la aparición de características imprevistas en los sistemas, denominadas propiedades emergentes. Por ello, es la ingeniería ideal para operar escenarios de cambio y transformación en la conducta de sistemas que fueron diseñados sin prever consecuencias no comprendidas claramente en el momento de su configuración, pero que se manifiestan de enorme implicación en la vida futura del sistema. Ejemplos como la metodología de sistemas blandos, el modelo de sistemas viables, la teoría del caos, la teoría de la complejidad, deben ser explorados, evaluados y desarrollados por la ingeniería de sistemas para apoyar el proceso de toma de decisiones. El ámbito de acción del ingeniero de sistemas comienza a trascender los sistemas de información, la investigación de operaciones y la ingeniería de sistemas cognitivos, vinculando interfaces hombre-máquina en el diseño de sistemas, incorporando la ergonomía, la inteligencia artificial y la ingeniería del conocimiento, dando lugar a los diseños de usabilidad, donde rescata la naturaleza pragmática tan propia de la ingeniería en todas sus disciplinas.

Además de los componentes mencionados, la ingeniería de sistemas comienza a concebirse como extraordinaria herramienta para fomentar el desarrollo comunitario, involucrándose en el estudio de sistemas de información geográfica, en la dinámica del desarrollo regional y local, en la gestión y consultoría para el desarrollo rural, así como en la creación de sistemas empresariales para el ámbito comunitario y en el diseño de sistemas integrados dispensadores de salud. No es descabellado pensar en “jueces virtuales” que podrían coadyuvar enormemente a la administración de justicia para hacer más eficiente la labor de jueces y abogados, generando una mejor calidad social para la población que logre interactuar con esta ingeniería de sistemas de nuevo tipo que proponemos como extraordinario instrumento del desarrollo comunitario al que es connatural.

el hombre deve estar preparado par el futuro como la era virtual

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